Muchas gracias por sus historias.
El día de hoy publicamos una historia voyerista. El autor nos ha pedido que publiquemos su correo electrónico. Aunque por políticas del blog no lo acostumbramos, hoy haremos una excepción. Muchas gracias al autor.
Saludos.
-- Equipo Soy Anónimo
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Estoy sentado solo frente al televisor, en una noche oscura solo se ven los rayos de la pantalla, estoy excitado, pero el sentimiento es más complejo, tengo algunos sentimientos mezclados. En la pantalla una pareja está teniendo sexo, es el típico video casero, la cámara escondida muestra un ángulo estático que cubre toda la emoción del momento. La pareja es intensa, lo hacen con destreza, con pasión, con lujuria, sus cuerpos sudorosos se mueven de posición en posición de manera muy excitante, la mujer es linda, lo hace con intensidad, lo disfruta. No me gustan los videos en los que la mujer no lo disfruta, que no son realistas y que todo parece fingido. En este video la realidad es intensa, los quejidos son acordes, se siente el placer y el gusto, no me fijo mucho en el hombre del video, normalmente no me importa, es irrelevante, en tanto no haga daño a la mujer y no intente cosas grotescas, es invisible. En esta ocasión tampoco me fijo en él, pero esta vez lo conozco.
Tengo un recuerdo doloroso, sé que no he sido el único al que le ha pasado, pero igual es como una espada que entra en el estómago y sale en la garganta, encontrar en el computador un chat de tu esposa en el que habla de un beso, que lo recuerda y que tiene que quitar el historial de sus mensajes para que no quede huella de esta conversación y.....no pude leer mas, al parecer encontró la forma de quitarlo. Tenía esa sensación, me decía cálmate, tómalo con calma, no debe ser nada, me estoy imaginando cosas. ¿Qué podía hacer?, tal vez colocar un programa espía que grabe lo que pasa antes de entrar en histeria, analizar la situación con más calma, ¿enfrentarla?, ¿seguirla para ver sus movimientos?, la ansiedad se apoderaba de mi cuerpo, estaba desayunando y mis manos temblaban, estaba asustado, no sabía qué hacer.
El video se pone más intenso, las posiciones son conocidas, mi mente fantasea, me imagino con aquella mujer, tomándola por las caderas, así como estoy viendo, haciéndola gemir de placer, su movimiento me excita, su cara de trance sexual me enloquece.
Un nuevo recuerdo doloroso me atormenta, ahora estoy en el carro, me había escondido en el baúl de mi carro para seguir a mi esposa, lo había pensado detalladamente, la noche anterior ingrese al baúl para saber si cabía, me aprovisioné de cobija y almohada e incluso metí una revista por si la espera se hacía muy larga, no vería nada pero podría escuchar lo que pasara. Llegué media hora antes de la hora de salida de ella y me metí sin que el vigilante se diera cuenta, sólo tenía que esperar, esperar en medio de la oscuridad, una vez adentro no podría salir, no podría abrir, no podía delatarme, el celular estaba en total silencio por si llamaban, pero tenía una coartada, dije que iba a cine y allá nunca ella me llama, así que no tendría que hablar.
Retrocedo el video, quiero verlo de nuevo, veo detenidamente cómo se besa la pareja, cómo el tipo le quita el brasier y le besa los senos, con la pasión de besarlos por primera vez, es un momento mágico, uno que nunca se olvida, cómo ella se quita delicadamente los interiores, y empieza a desvestirlo para besarle el pene, casi que diría que lo está haciendo y viendo a la cámara, pareciera que lo disfrutara.
En el baúl del carro la escuché entrar sola, pero estábamos en su oficina, no creo que lo recogiera aquí, no sería tan descuidada, condujo un par de cuadras y se detuvo, entró al carro un hombre; lo sabía, yo lo sabía, mi corazón latió rápidamente, tenía susto, ¿qué iba a pasar?, ¿y si se daba cuenta que estaba aquí?, ¿qué iba a responder?, ¿por qué me escondí, y si el tipo se sobrepasaba que podía hacer? ¿Cómo hacía para salir del baúl?
La escena de la felación es demasiado excitante, yo termino, estoy lleno de semen, apago inmediatamente; ¿qué estoy haciendo?, ¿qué me pasa?, ella es mi esposa y él su compañero de oficina.
En el carro, se escuchaba el forcejeo, sentía excitación cada vez que el auto se detenía, ¿será que se estaban besando?, ¿qué estaba pasando?, ¿por qué no los escuchaba?, estaba encerrado, pero me sentía raro, era como si quisiera que algo pasara, pero nada pasaba, ella lo evadió y le saca disculpas, el sentimiento fue muy intenso, casi, casi como si me hubiese gustado.
Sentarse a hablar de este tema no fue fácil, siempre uno de los dos pone cara de culpable y el otro de inquisidor, pero enfrenté a mi esposa, le di las pruebas a ella, no las creyó, ¿cómo fui capaz de meterme en el baúl?, ella puso cara de santa, dijo que si yo estaba en el carro sabía que no había pasado nada. Pero no estaba hablando con ella para regañarla, sino para decirle que quería repetirlo, que quería estar en el carro pero esta vez que ella lo besara.
Repetimos la escena pero esta vez todo está planeado, nos hemos hablado por mensajes del celular, ella sabe que ya estoy en el carro, ella subió al tipo para que la bese en el parqueadero. En ese momento pensé: ¿qué locura estoy haciendo?, ¿en qué estoy pensando?, ¿cómo la aliento a esto?, pero recordé que al planteárselo ella no ofreció resistencia, sintió un alivio, como si le dieran permiso de tomar lo que dejó pasar, ella se sintió más que entusiasmada con la idea.
Los besos fueron con demasiado pasión, esto no era lo que me había imaginado, sentí excitación pero también mucho dolor, fue un sentimiento raro, ¿cómo era posible que ella lo disfruta tanto?, el tipo la quiso tocar por todas partes, pero ella lo detuvo, se controló, lo evitó, aun así, el show fue muy intenso, sus besos fueron para el tipo y para que yo los disfrutara, así que son sobreactuados, duele, duele...pero quería más.
Me dio vueltas en la cabeza el siguiente paso, ¿qué tal que le gustara? ¿Qué quisiera cambiarme? que descubriera que el sexo en su matrimonio era aburrido y monótono. Obviamente nunca podría entusiasmarla como lo haría un cuerpo nuevo, como una pasión nueva y menos una pasión a la que tenía licencia. Pero después de la experiencia de los besos, debía tener cuidado, esto dolía también.
Finalmente le dije que siguiera adelante, que tenía mi bendición, porque la vi pensando en el tipo, ella estaba embalada, ella quería más también, pero se controlaba, sabía que ahora estábamos juntos y no quería hacer ninguna otra estupidez, sin embargo ella sentía el sin sabor de aquel que fue atrapado con las manos en la masa y ruega por haber tenido unos días mas para poder haber culminado y al menos que haya valido la pena. Así que no hay lugar para sentimentalismos, ya no había vuelta atrás.
Estoy de viaje, fue mi primer viaje fuera de la casa después del incidente, estaba durmiendo, de un momento a otro un pensamiento me atormentaba, aquel día fue, ahora estaba con él, no me dijo, no fue capaz, pero lo sentía, lo sentía en mi corazón, la imaginaba desnuda en mi mente sobre el tipo, besándolo como lo besó aquel día, fogosa, como siempre desinhibida, como quien tiene una noche para saciar sus ganas. Me excitó, me masturbé con la imagen mental, lo hice una y otra vez, para tratar de calmar el dolor.
Al otro día, por el chat, puse la cámara, quería verle la cara, ella me trató como si nada, como si no hubiera pasado nada, pero yo sabía, lo sentía, finalmente su cara lo confirmaba, sentía vergüenza, se sentía culpable, lo había hecho, pero me dijo, que al menos, me grabó un video para que yo lo pudiera ver....
AnónimoVideo
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