El segundo encuentro no fue tan exitoso, por circunstancias ajenas a ambos. Quise que me viera mejor que nunca, hacía un buen tiempo no me esmeraba tanto, ni me importaba tanto… El caso es que por asuntos externos en los que no es necesario ahondar, la noche terminó siendo una de las más amargas que haya tenido en más o menos 6 meses.
Comprendí que no dependía de él, por eso mismo no le culpé de nada, pero en medio de mi rabia le dije que, era la última vez que me iba a ver la cara. Quizá yo esperaba otra reacción y al ver que simplemente me hizo una señal de “está bien”, terminé mi noche como nunca hubiera querido, y los siguientes días no fueron mucho mejores. No entendía qué estaba pasando conmigo, ¿hace cuánto no me afectaba alguien de esta manera? Peor aún, tan pronto.
Por más que me esmeré buscando los porqués, todos mis intentos fueron infructuosos, sentía y sentía mucho, ese era el hecho. Ahora era más importante qué hacer con ello. Lo primero era tratar de que no se “rompieran” definitivamente las cosas, y eso hice, hicimos mejor. Perdí la cuenta de hace cuánto no tenía esa iniciativa, poner mi esfuerzo por mantener algo, y una persona que recién había llegado a mi vida, la estaba despertando de nuevo. Me atrevo a decir que nadie que no haya pasado por algo similar podría entenderme, hasta algunos lo pueden tildar de locura, o de cursilería y acelero sentimental, pero ¡ay! Si ustedes supieran, si sólo supieran quién y cómo soy, no dudarían en ver el asunto como un hecho excepcional y que además cuenta con sus reales motivos, y de peso…
En efecto volvimos a vernos. Perdí el control, estar cerca me hizo olvidar de cualquier momento que no hubiera sido agradable para mi, mi única necesidad: abrazarlo, besarlo. Después de hacerlo y descubrir algo más de lo que me pasaba con esa persona, a quien había visto pocas veces, hasta miedo tuve, tuve y tengo pavor de lo que despierta cada vez más en mi, y al tiempo siento temor también de dejarlo pasar o que él decida dejarme pasar, y aventurarse a otra historia.
Sentí desde lo primero hasta lo último de él, y como otro hecho excepcional quise quedarme más cerca después de probar todos sus espacios, después que me hiciera y hacerlo sentir en otro lugar.
Lo abracé y no quise soltarlo más. ¡¿Dónde quedaron todas mis aprehensiones?! Sentí que mi dureza se desvanecía en su presencia e incluso cuando se hacía sentir a distancia.
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La misma escena se repite mejorada la siguiente vez. Éste día en particular, uno de los mejores también en los últimos meses, uno que recién terminado quiero repetir cuantas veces fuera posible. Dejando un poco a un lado cualquier contacto físico, hablamos de cosas como no lo habíamos hecho antes, me sentí más conocedora de su ser. No solo hubo desnudez física, también emocional, esa que significa mucho más, y a la vez asusta; pero ¡cómo la deseo de nuevo!…
Me ha sabido poner patas arriba la vida. No soy el tipo de persona que le nace tener detalles con todo el mundo, es más por muy contadas personas haría algo, tendría un gesto, pocos están dentro de mis efectos, y él, sin saber cómo, en qué momento, por qué, ya estaba muy dentro de mí, y los detalles me salían casi como un acto reflejo. Detalles, celos, sentimientos, muchas cosas que creí haber olvidado estaban de nuevo ahí y se hacían sentir con fuerza. De hecho creo por eso, no sé cómo manejar muchas cosas, y en el ánimo de “manejarlas” termino logrando el efecto adverso.
Lo acabó de hacer, acabó de dejar en evidencia que hace mucho no hago esto. ¡Maldita sea! ¿En qué momento me convertí en esto? Puedo atribuirme por completo la culpa de perder las cosas que más quiero, perdí la práctica puede decirse, ya no sé cómo sentir. Siento y siento mucho, pero la sensación es de no saber cómo hacerlo, controlarlo y a veces incluso hasta demostrarlo. ¿Me arruinaron y me dejé arruinar? Quiero dar marcha atrás y sé que aún puedo, sé que me despertaste todas las ideas, los deseos y las sensaciones del mundo. Sé también que muero de miedo, pero al tiempo me encantaría arriesgarme. Solo dime si vale la pena, solo dime…